La agricultura es un sector que no ha dejado de evolucionar en las últimas décadas. A medida que surgían nuevas tecnologías y métodos, el proceso de cultivar ha ido mejorando y optimizándose. El último de los grandes cambios en el sector es la denominada agricultura 4.0, que aboga por una mayor digitalización del campo.
La digitalización va de la mano de diferentes tecnologías, como el Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA) o los satélites. Precisamente esta última tecnología es la que más ha contribuido a una mejor adaptación al cambio climático y un mayor rendimiento, gracias a todas las imágenes Sentinel disponibles para análisis de forma gratuita.
Riesgos en la producción de fruta
Al contrario que con algunas hortalizas, en la fruticultura rara vez los frutos se encuentran protegidos por la tierra. Esta exposición de los frutos supone un mayor riesgo para el agricultor, ya que múltiples factores entran en juego a la hora de obtener una cosecha satisfactoria. Estos son los más importantes:
- Climatología. El cambio climático ha incrementado la severidad e imprevisibilidad de determinados fenómenos, como lluvias, heladas o sequías. Asimismo, el aumento general de las temperaturas está modificando las temporadas de cultivo de muchas frutas, haciendo más complicado el obtener productos de calidad. Un solo día de mal clima puede echar por tierra el trabajo de toda la temporada.
- Plagas y enfermedades. Existen numerosas amenazas en forma de plaga y enfermedad que pueden afectar a un cultivo. Cuanto más se tarda en descubrirlas y en actuar, mayor es la pérdida. En los casos más graves, la pérdida puede ser total.
- Oscilaciones en los precios de mercado. En función de la oferta y la demanda, el valor de los productos puede variar de forma ostensible de una temporada de cultivo a otra. Si el precio varía demasiado, es posible que el agricultor no solo no obtenga beneficio, puede que tampoco cubra los gastos. También hay que tener en cuenta el valor de las materias primas.
Datos y modelos para una gestión precisa durante la temporada
La digitalización y el consecuente incremento de datos usados en la agricultura tiene como fin el disponer de información relevante en todo momento, de modo que los agricultores puedan responder ante cualquier amenaza o desvío en los valores óptimos tan pronto como sea posible. La forma más sencilla de digitalizar el campo es mediante sensores inteligentes, que miden varios parámetros relacionados con las plantas y el suelo. Sin embargo, cuanto más grande es una explotación, más dispositivos requerirá y la conectividad en el campo no siempre es idónea.
Es ahí donde entra en juego la tecnología satelital. Al descargar imágenes de Sentinel-2 u otras fuentes de datos gratuitas de acceso abierto, los agricultores pueden determinar las condiciones de sus campos, sin importar su localización o lo grandes que sean, a distancia. Esto es especialmente útil para detectar potenciales plagas o enfermedades, aplicar medidas proactivas ante un fenómeno meteorológico extremo inminente o saber si la fruta está lista para ser cosechada.
Puesto que la inspección visual de imágenes satelitales no siempre es efectiva, es ideal contar con una plataforma para analizar las imágenes de Sentinel o cualquier otra fuente de datos. Se recomienda optar por plataformas que ofrezcan un servicio integral, ya que permite realizar todos los procesos (búsqueda, descarga, análisis, exportación) en un mismo lugar.
Casos del mundo real donde la digitalización ayudó a mejorar la producción
El desconocimiento sobre el funcionamiento de la tecnología hace creer a muchos agricultores que no es para ellos o que simplemente no funciona. Los siguientes casos muestran la gran versatilidad y capacidad de la tecnología, especialmente la tecnología satelital.
Calculando el mejor momento para vendimiar con datos meteorológicos
La demanda de uva no deja de crecer en todo el mundo, y eso significa también más competidores dentro del sector agrícola. Llegar antes al mercado puede suponer una ventaja competitiva decisiva, pero para ello es importante saber cuándo se puede cosechar. La vid entra en fase de latencia y para alcanzar un rendimiento óptimo, es necesario que reciba un número determinado de horas de frío.
Gracias a la tecnología satelital, una empresa egipcia pudo monitorizar y calcular las horas de frío de sus campos de vid, rompiendo la fase de latencia unos días antes que el resto de competidores y llevando sus uvas al mercado antes que nadie.
Mejora de la producción de fruta y dátiles en Jordania
La calidad de las cosechas en Oriente Medio depende mucho de las condiciones climatológicas que se den durante la temporada de cultivo. En algunos países, la tecnología agrícola sigue siendo rara, bien por falta de recursos económicos o por desconocimiento en su uso. Una empresa jordana de renombre apostó por la tecnología satelital mediante la descarga de imágenes Sentinel y su análisis con índices de vegetación, como el NDVI.
Gracias a este movimiento, los clientes de esta empresa han obtenido cosechas más abundantes y eficientes. Además, la empresa ha quedado tan satisfecha que ha expandido este servicio a otros países de la zona.
Haciendo frente a los patógenos del plátano con tecnología satelital
Durante los últimos años, en Filipinas y otros países donde el cultivo de plátano es común los patógenos derivados de hongos están haciendo mella en la producción de esta fruta. Por desgracia, algunas de las cepas son extremadamente intensas en su propagación y muy difíciles de eliminar.
El uso de tecnología satelital, concretamente imágenes satelitales y el índice ReCl, permitió conocer los niveles de clorofila en las plantas e identificar cuando el patógeno había empezado a afectar a un campo. Esto ayudó a los agricultores locales a mitigar la propagación de las enfermedades asociadas y dejar de gastar recursos en campos que ya estaban demasiado afectados como para ser salvados.
La digitalización de la agricultura, especialmente de la fruticultura, es un importante avance en la lucha por obtener cosechas abundantes al mismo tiempo que se protege al medioambiente. No obstante, la adopción de tecnología es necesaria a nivel global, por eso gobiernos, agricultores y otros agentes del sector deben trabajar juntos para hacerlo posible.